LÍMITES PLANETARIOS & DESARROLLO SUSTENTABLE 

Noviembre 25 de 2015.

¿Estás consciente de que hoy en día somos 7,2 billones de personas en el mundo y que para 2050 seremos cerca de 2 billones más?

Desde hace algunos años se han puesto de moda conceptos como ‘desarrollo sostenible’, o ‘sustentabilidad’, ‘cambio climático’ y ‘calentamiento global’, que en el inconsciente colectivo están revueltas y sin una clara conexión hacia nuestra realidad inmediata.

Para hacernos conscientes de lo que esto implica y de cuánto tenemos que ver en ello, lo primero es definir a qué se refieren, de dónde salieron y cómo se miden, pues sólo así construiremos un mapa mental de esta realidad y nuevo orden bajo el que nos tocó vivir.

¿De dónde viene todo esto?

Tras varias décadas de cambios climáticos y avances en la investigación de fenómenos naturales, el mundo de la ciencia se encontró con la necesidad de caracterizar las condiciones planetarias bajo las que se ha dado la vida humana, es decir, las causas, los efectos y su interconexión como ecosistema.

A partir de observaciones se determinó que durante los últimos 10,000 años las condiciones climáticas han permanecido estables, lo que permite la vida tal y como la conocemos; a este periodo se le llama Holoceno.

 

Desde que inició la revolución industrial –hace 220 años- se gestaron cambios en los procesos geofísicos, atmosféricos y ecológicos del planeta, equivalentes a alteraciones en las grandes fuerzas de la naturaleza, causados principalmente por el impacto de la actividad del hombre; a este periodo se le ha denominado Antropoceno, que es justo en el que nos encontramos ahora.

De lo anterior se infiere que de incrementarse el impacto ambiental negativo, y con ello la alteración de los procesos naturales del planeta, las condiciones de vida y abastecimiento tenderán a degradarse hasta extinguir los ecosistemas y, por ende, a todo ser vivo. En este contexto, el Desarrollo Sostenible o Sustentable (SD por sus siglas en inglés) es la búsqueda del equilibrio entre la actividad humana y el impacto controlado para con el medio ambiente, esto sin agotar las fuentes que permiten el desarrollo y evolución de la vida en La Tierra.

Antropoceno: Una Nueva Era Geológica

En 2008, un grupo interdisciplinario de 28 científicos (provenientes de diversos países y centros de investigación) liderados por el Prof. Johan Rockström del Centro de Resiliencia de Estocolmo, se dieron a la tarea de establecer un sistema de medición de las condiciones planetarias, a través de las cuales se pudiera diagnosticar la situación real del mundo y llevar un continuo monitoreo que permita controlar el impacto ambiental durante los siguientes décadas, lo que será determinante para preservar la vida de las futuras generaciones y diversas especies.

LÍMITES PLANETARIOS

¿qué son? y ¿cómo se conectan con el Desarrollo Sustentable?

El desarrollo de este sistema de medición se fundamenta sobre tres pilares:

  1. Las ciencias que definen e interrelacionan las fuerzas y fenómenos naturales vs el impacto ambiental causado por la actividad humana.
  2. La definición del ‘Espacio de Operación Segura’ donde se deben dar las condiciones favorables para la existencia de la vida.
  3. Clarificar y hacernos conscientes del régimen bajo el que se debe desarrollar cualquier actividad humana, estableciendo compromisos políticos, económicos y sociales enfocados hacia el Desarrollo Sostenible.

En otras palabras, este sistema nos pinta las líneas o límites que, de ser rebasados, causaremos daños irreversibles al planeta (aclarando que al día de hoy ya estamos experimentando consecuencias por daños irreversibles del presente y pasado reciente).

Los parámetros con los que se estudian los diversos fenómenos naturales, se explican a continuación:

  1. Degradación de la capa de ozono. La acumulación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmosfera, degradan paulatinamente la estructura de la capa de ozono, adelgazándola y/o rompiéndola, lo que incrementa la radiación solar (rayos UV) y reduce su reflexión hacia el exterior (rayos infrarrojos). Los efectos de este fenómeno son incremento de temperaturas (calentamiento global), prolongación y generación de nuevas sequías, derretimiento de glaciares, y un sinfín de efectos colaterales, etc.
  2. Pérdida de biodiversidad y extinciones. Los cambios observados en los últimos 50 años resultan más agresivos que los registrados a lo largo de la historia de la humanidad, trayendo cambios abruptos en los ciclos naturales del agua, aire y, por tanto, desequilibrio en los distintos ecosistemas hasta acabar con numerosas especies de flora y fauna.
  3. Contaminación química. Las actuales emisiones de GEI contienen altos índices de sustancias tóxicas tales como contaminantes organico-sintéticos, metales pesados y materiales radioactivos causantes de daños irreversibles en organismos vivos y en los ciclos climáticos, entre otros.
  4. Cambio climático. Mediciones recientes exhiben que la emisiones GEI actualmente rebasan los 390ppm CO2 (Partes por millón de CO2 – unidad de medida de los GEI), lo que está estrechamente interconectado con el incremento en la temperatura del planeta, el incesante derretimiento de glaciares, acidificación de los océanos y su creciente nivel en diversas regiones.
  5. Acidificación de los océanos. Como se menciona en el punto anterior, los altos índices de GEI acidifican las aguas tanto dulces, como marinas, formando ácido carbónico y alterando su composición química (reduciendo su pH). Como consecuencia de esto, cada año disminuye la diversidad en ecosistemas marinos, que desde la perspectiva de la existencia humana, esto reduce las fuentes de alimento. En comparación, la acidez de la superficie oceánica en años previos al boom de la revolución industrial, era 30% menor a lo que hoy se puede medir, lo que nos da una idea del orden de magnitud del daño ocasionado.                                          
  6. Consumo de agua dulce y ciclo hidrológico global. Uno de los fenómenos naturales que mayor impacto ha experimentado es el ciclo hídrico, observándose alteraciones de escala global en cuerpos de agua y ríos, vitales para la existencia de la vida. El uso indiscriminado de este recurso se da en varios escenarios, tales como la industria, la ganadería, la agroindustria y, sin duda, en el crecimiento exponencial de la población, tanto en ciudades (hoy megápolis) como en zonas rurales. Como podemos ver, cada día hay más gente con mayor necesidad de consumo y una menor disponibilidad del recurso.
  7. Cambio del uso de tierras. El ser humano como “dueño” del planeta, ha optado por disponer de este recurso para los fines que satisfagan sus necesidades, es por ello, que cada día se incrementa la tala de bosques de donde se extraen materias primas, convirtiendo además, a esas regiones en nuevas áreas de pastoreo, agricultura y ganadería. El efecto directo de esta indiscriminada actividad contamina los cuerpos y flujos de agua, incrementa la descarga de agentes químicos nocivos para la vegetación y fauna, afectando los ciclos biogeoquímicos del carbono, nitrógeno y fósforo, entre otros. Al día de hoy, no se ha regulado de forma eficaz la distribución y proporción de estas tierras, pues si bien es cierto que son las grandes generadoras de alimentos para la humanidad, también es cierto que su desequilibrado crecimiento está terminando con la vida de ecosistemas y dejando una estela de efectos colaterales en todo ente.
  8. Flujos de Nitrógeno y Fósforo hacia la biosfera y océanos. Como se ha mencionado, los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y fósforo se han alterado radicalmente como resultado de la actividad agrícola e industrial; por consiguiente, es importante entender que constituyen ciclos esenciales para el crecimiento de las plantas. El uso irresponsable de fertilizantes es el gran riesgo de hoy, si reflexionamos un momento sobre la procedencia de los alimentos (considerando toda la cadena alimenticia obviamente) que la humanidad consume cada día y en un contexto global donde tenemos a la mano productos provenientes de cualquier rincón del mundo. Un ejemplo de escala regional de esto es la reducción en la pesca de camarón en el Golfo de México a causa de los fertilizantes contaminantes transportados a través de ríos y corrientes desde el medio-oeste de EEUU.
  9. Carga atmosférica de aerosoles. Los aerosoles juegan un papel primordial en el ciclo hidrológico afectando la formación de nubes y en los patrones de circulación atmosférica, lo que se agudiza en zonas tropicales. Adicionalmente, afecta la radiación solar al incrementar la carga de partículas tóxicas en el aire, contribuyendo a la formación de una especie de nata contaminante que afecta a todo ser vivo en contacto con ella; Como ejemplo, 800,000 personas mueren cada año en el mundo por causas asociadas con la calidad del aire.

¿Qué podemos hacer ante semejante contexto?

La respuesta es MUCHO. La respuesta es volcarnos hacia la SOSTENIBILIDAD. Y esto significa que si cada persona modifica sus hábitos de consumo, actividades y uso de recursos bajo el paradigma de esta nueva forma de vida, en un futuro mediano estaríamos causando el menor impacto posible sobre el planeta, manteniendo un calentamiento global promedio <2°C, tal como lo establecen la Agenda Global de Desarrollo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (#17-SDGoals) propuestos por la ONU, mismos sobre los que cada país se ha comprometido desde 2015 y ratificado con el acuerdo de París.

Pensemos ahora al revés, no en la forma en que podemos dejar de contaminar, sino en todo lo que hemos hecho para llegar a los niveles de contaminación actuales y, que de no modificar hábitos, impactarían en un incremento en la temperatura global promedio del orden de los 6°C, registrando incrementos de hasta  6 o 7m en el nivel del mar hacia el año 2050 en ciudades como Nueva York, Shanghai, Sao Paolo, Acapulco, entre otras tantas.

El reto es cuestionarnos sobre:
¿Qué hábitos consumistas perjudican más de lo que benefician al planeta y a nuestro entorno?

¿Realmente necesitamos movernos en un automóvil o es momento de colaborar con la movilidad sostenible y dejar de emitir gases innecesarios? ¿hemos explorado alternativas como el carpooling, usar la bicicleta o el transporte público para ciertos trayectos?

¿Nos habremos preguntado si los jeans que tantos días de salario cuestan, son la causa de grandes emisiones de GEI y consumo de agua indiscriminado en su fabricación? o ¿si realmente es necesario cambiar el Smartphone cada año aún cuando su manufactura causa grandes impactos ambientales tan negativos como la extracción abusiva de minerales -tungsteno, Tántalo, oro, plata, estaño, etc- y un alto costo social tan deprimente como la esclavitud de niños en la minas de la República del Congo, esto sin contar los conflictos geopolíticos?

 

Hoy es el mejor día para empezar a reinventar nuestras vidas desde un enfoque sostenible, no crees?

Mauricio Zenteno Casas.

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